Hacer zazen, 2 (Kosho Uchiyama)
Es fundamental discernir qué es lo que nos motiva a practicar zazen.
De acuerdo con mi experiencia, resulta que muchas personas que empiezan a practicar zazen en lo primero que piensan es en la iluminación o el satori.
Se les mete en la cabeza que deben alcanzar la iluminación y se sientan con este único objetivo. P
Pero están equivocados, ya que sentarse con la idea de que se va a alcanzar la iluminación es ridículo.
La realidad tal como es, es perfecta. Es la iluminación misma.
Pensar que las personas pueden hacerse grandes haciendo zazen o que uno puede obtener el satori es estar tristemente engañado por la propia ilusión.
Zazen es abandonar nuestros juicios egoicos acerca de nosotros mismos (ya sean de superioridad o inferioridad) y confiar nuestra vida al poder de zazen personificado en el cuarto sello: todas las cosas son como son”.
(Kosho Uchiyama 1912-1988)
Comentario:
“Todas las cosas son como son”. Siempre estamos viviendo la realidad de la vida. No obstante, tan pronto comenzamos a pensar y a calcular las cosas, de algún modo nos abstraemos de la realidad.
Zazen no se funda sobre ninguna creencia, ninguna idea. Se trata simplemente de vivir la experiencia tal como es. La experiencia de la simplicidad, de la bondad, de la presencia, de la desnudez. O incluso, si hay que encontrar una palabra mas potente todavía, de la libertad. La experiencia de deshacerse de las luchas, de las expectativas, de las comparaciones.
El pensamiento sigue sin cesar al pensamiento, hay tantas preguntas. Se busca, se encuentra y, cuando una respuesta destruye la primera pregunta, la respuesta se muda a su vez en una nueva cuestión, no cerrando jamás el círculo del pensamiento que sin cesar se persigue a si mismo. Y sin embargo, en esta experiencia de simplemente sentarse, de zazen, toda interrogación que busca su respuesta, toda respuesta que se acomoda con su pregunta, son vencidos por la experiencia misma de zazen.