Todo pez necesita perderse en el agua…
Este mes nos dejaremos conducir por una serie de textos de Chuang Tzu recopilados por Thomas Merton.
Leamos y dejémonos leer por algunos de sus poemas que son revelaciones de una experiencia de vida. Simplemente dejémonos llevar por la vida y la luz que nos transmite.
EL HOMBRE QUE NACE EN EL TAO
Los peces nacen en el agua,
el hombre nace en el Tao.
Si los peces que nacen en el agua
buscan las sombras hondas de estanques o pozas,
todas sus necesidades quedan colmadas.
Si el hombre que nace en el Tao
se hunde en la sombra honda de la no-acción
para olvidar preocupaciones y agresiones,
nada le falta
su vida es segura.Moraleja: “Todo pez necesita perderse en el agua. Todo hombre necesita perderse en el Tao”
(VI. 11)La no-acción del sabio no es inacción.
No es estudiada. No es sacudida por nada.
El sabio se está quieto porque no es movido,
No porque él quiera estarse quieto.
El agua quieta es un espejo.
Puedes mirar en ella y verte los pelillos de la barba.Es un nivel perfecto;
un carpintero podría utilizarlo.
Si el agua es tan clara, tan nivelada,
¿cuánto más el espíritu del hombre?
El corazón del sabio está siempre tranquilo.
Es el espejo del cielo y la tierra,
el espejo de todo.
Vacío, reposo, tranquilidad, indiferencia,
Silencio, no-acción: he ahí el nivel del cielo y la tierra. Es el perfecto Tao. Allí encuentran los sabios
su lugar de descanso.
Cuando descansan están vacíos…. (XIII. 1)
(Textos de Chuang Tzu)