INTIMAR CON UNO MISMO
Nací huérfano, sin dinero y con poca inteligencia; reunía así todas las condiciones para ser infeliz en este Mundo. Nadie podría ser más infeliz que yo y, sin embargo, me parece haber tenido la vida más feliz del Mundo. No podría estar más agradecido por esta vida.
“Cuando todavía era un simple trabajador en Eiheji, me encontraba una vez sentado en la sala de meditación haciendo zazen en la penumbra. Cuando por casualidad me vio la anciana que limpiaba la cocina, y que acostumbraba a fastidiarme en el trabajo, se arrodilló espontáneamente y se inclinó ante mí, como si fuera el Buda en persona. Esta experiencia ha marcado mi vida. Entonces me di cuenta de que tenía que practicar zazen durante el resto de mi vida. Hay algo en el zazen que incluso a esta mujer le impulsó a postrarse. No sé por qué, pero el zazen es más valioso de lo que soy capaz de imaginar”.
En consecuencia, toda mi energía vital está encauzada hacia zazen. Y estoy agradecido de que hasta hoy todas las personas a mí alrededor me han proporcionado comida, ropas limpias que llevar y agua con que lavarme, permitiéndome así vivir esta Vida para zazen.
Comentario
En estas palabras de Kodo Sawaki, podemos apreciar la determinación, sobre lo que para él supone el zazen, no lo olvides, es también tu luz. Sentado en zazen arrojas luz sobe ti mismo. Tú mismo reluces claro y brillante. Zazen significa “sólo yo mismo”, “unidad del todo en el todo”. ¡Hazte uno contigo mismo! Si vas al fondo de las cosas verás que no hay nada tras lo que pudieras ir, ni nada de lo que debas huir. Por eso se dice que con el zazen no perseguimos ningún fin. Simplemente nos sentamos. Nos sentamos, siendo uno con el Universo.
“Intimar con uno mismo”