14/05/23

LA VÍA ORIGINALMENTE ESTÁ EN TODAS PARTES DE MANERA PERFECTA

Es por este motivo que el Fukanzazengi de Dōgen comienza diciendo.” La vía originalmente está en todas partes de manera perfecta, ¿por qué buscarla a través de prácticas y despertares? El vehículo de la verdad es incondicional y presente, ¿Por qué perder el tiempo con estrategias?. Entonces, que quiere decir Dōgen cuando prosigue diciendo: “Sin embargo, si das pie incluso a la mínima separación, el cielo y la tierra se hacen inconmensuarable lejanos; si das paso al más mínimo “me gusta-no me gusta”, el corazón se pierde en la confusión”. 

La realidad fundamental en la cual toda la vida es esta vida, pura y fresca, es obstaculizada cuando nuestra mente pensante nos dice “lo hemos atrapado”, es decir,  conceptualizado. Esta “frescura” creada por el pensamiento no es la “frescura” de la vida. La frescura viviente se da cuando dejas ir tus pensamientos -el lugar donde los pensamientos son dejados ir, es el lugar concreto donde la vida pura y fresca comienza. Zazen significa dejar caer verdaderamente los pensamientos – la postura de dejar ir.

Kōshō Uchiyama

Tomado de https://huellaszen.blogspot.com/2020/08/un-zazen-que-no-conduce-nada-kosho.html

COMENTARIO 

En este texto Uchiyama nos trae las palabras de Dogen, advirtiéndonos previamente que “No interpreto el Shobôgenzo como lo haría un estudioso budista, ni busco ser fiel con el texto clásico; ni tampoco lo leo como lo haría un seguidor de una secta – es decir, adhiriéndome estrictamente a cada palabra y a cada frase como si contuviese un saber a adorar tal como está. En la medida de lo posible, lo leo como una persona buscando vivir, de manera siempre nueva, la propia vida”

Para este “vivir, de manera siempre nueva, la propia vida”, y parafraseando libremente a Dogen, el Maestro Uchiyama nos invita, recordándonos al Shin Jin Mei, a permanecer abiertos ante la realidad sin encorsetarla con los conceptos, sin fragmentarla con nuestros juicios de aceptación y rechazo. 

Esa es la práctica de nuestro zazen, en la que que, en el silencio y silenciados de nosotros mismos, experimentamos una realidad que no se puede describir con palabras, pero que Uchiyama señala como la fuente de la vida pura y fresca.

Esa vida pura y fresca que experimentamos en el silencio del zazen, es la vida pura y fresca que, tras nuestro zazen, y también tras la lectura de estas palabras, seguirá  aquí, con la posibilidad de ser vivida, en este preciso momento, sin la estrechez ni la fragmentación de nuestros conceptos y de nuestros juicios.