LA ENFERMEDAD DEL ASCETISMO
Si no logras hacer surgir la duda al practicar zen, tal vez llegues a obsesionarte con un objetivo, preocupado por lograr la liberación, e incluso a someterte a extremos ascéticos.
No buscarás calor en invierno ni sombra en verano. Si te piden una prenda de vestir, regalas todo tu guardarropa. Contento con morirte de frío, asumes que esto es liberación. Si te piden comida, te quedas sin comer. Contento con morirte de hambre, asumes que esto es liberación. Reviste muchas formas, pero, en general, proviene de un intento por lograr y conquistar.
Así, terminas por engañar a las personas desprevenidas, que te toman por un Buda viviente o un bodhisattva y te entregan todo lo que pueden como ofrenda. La gente no se da cuenta de que esto infringe los preceptos budistas y que toda acción de este tipo es perjudicial.