01/06/25
EN LA MEDITACIÓN NO HAY EXPERTO
(Foto de Sandra Grünewald en Unsplash)
El «aficionado» es el amante, el que aprecia la experiencia pura, el que se mantiene curioso, abierto y fascinado; el que vive en un estado de descubrimiento, el que desconoce.
El experto se aferra a respuestas de segunda mano. El experto sabe, así que deja de buscar. El experto no puede descansar. El experto no puede meditar.
Meditar significa presenciar el momento con ojos frescos, oídos abiertos y un corazón tierno. Significa ser un principiante, una y otra vez, y dejar que el experto interior descanse. Inundando el presente con atención sutil. Nunca sabes qué encontrarás.