¿QUIÉN ES LA PERSONA QUE ESTÁ FRENTE A MÍ?
(foto de pixabay)
– ¿Quién es la persona que está frente a mí?
– No lo sé.
La práctica del Zen nos hace abandonar el mundo del más y del menos, que es el mundo de los deseos y del sufrimiento, porque, evidentemente, cuando un deseo no se satisface, sufrimos. Aunque los méritos de zazen se propaguen por toda la tierra, su práctica no está relacionada con ganancia o pérdida. Despertar a la realidad es realizar la totalidad de la existencia. El Satori no es una meta de la práctica, sino que nace de la práctica misma. Zazen es Satori.
La sabiduría del Zen no tiene nada que ver con un nuevo conocimiento del espíritu, no es una condición superior. Concentración y sabiduría no son cosas distintas; cuando estamos concentrados en zazen, la sabiduría aparece naturalmente. El descanso del cerebro frontal favorece el desarrollo del cerebro profundo, permitiendo que se manifieste la intuición. Los científicos conocen bien esta intuición, es el punto de partida que después intentarán demostrar con sus fórmulas. La fórmula del practicante de zazen es su comportamiento, que manifiesta su sabiduría en armonía con las leyes del universo.
(Bárbara Kosen, Zen aquí y ahora, Ed. Mandala, Madrid (2000) p.53