EN CADA FORMA DEBÉIS ENCONTRAR LA PAZ Y LA ARMONÍA
“En el zen soto prestamos mucha atención a las formas que toma la acción. Las formas de actuar son muy importantes en la práctica zen, pero no en tanto que técnica. Si las utilizáis como una técnica, os cansaréis tarde o temprano de repetir las mismas formas día tras día. En cada forma – caminar, cantar, comer, hacer gassho- debéis encontrar la paz y la armonía. Algunos critican la práctica del zen a causa de su aspecto estricto. Dicen que es excesivo prestar tanta atención a cada cosa. Piensan que el espíritu del budismo está ausente en la práctica del zen. Pero ¿qué entienden ellos por “espíritu del budismo”? Es posible que crean que el espíritu del budismo es nadar en este inmenso océano que llamamos universo. El universo ordinario no es lo suficientemente bueno para ellos: hay que hablar del “universo cósmico”, lo que ya de por sí, es “más” que el simple universo. Entonces este universo cósmico debería escapar a toda conceptualización, incluyendo aquella del universo cósmico. Hablaríamos entonces del “universo cósmico supremo”. Pero, este “universo cósmico supremo” debería escapar del cuadro conceptual llamado “universo cósmico supremo”. ¿Qué es todo esto? ¡Callaos ya! ¡Contentaos con actuar! Para nosotros es una práctica muy simple. “Contentaos con actuar” significa que toda forma es un modo de vida dónde es necesario hallar la paz y la armonía”.
Dainin Katagiri. “La vuelta al silencio. La práctica zen en la vida cotidiana”. Traducido por: Pedro Sansei Díaz Tejeiro. Tomado de dojozendebilbao.blogspot.com
COMENTARIO:
Zen es una vía de acción. Las especulaciones no tienen cabida en una vida zen. Zen es aquí y ahora. Lo que está sucediendo en este preciso instante y se manifiesta en cada forma de nuestra existencia: cuando nos sentamos, cuando caminamos, cuando comemos, cuando trabajamos… Nuestra cotidianidad está hecha de gestos, de ritos. Nos levantamos, nos lavamos la cara, desayunamos, nos lavamos los dientes, nos vestimos… Cada gesto, cada rito, es un portal de acceso a la unidad con la totalidad de la existencia. Cada gesto, cada rito, es un acto de profunda religiosidad, de profunda espiritualidad. Vivir la presencia en cada gesto, en cada acto cotidiano es reverenciar la sacralidad de lo más ordinario. Solo tenemos que acallar nuestras parlanchinas mentes, contentarnos con actuar, movidos por la fuente silenciosa que nos conduce por el sendero de la paz y la armonía.
Oh, mis queridos y excelsos amigos, aquí reunidos,
si anheláis escuchar la voz de trueno del Dharma,
dejad que se agoten vuestras palabras y vaciad vuestros pensamientos,
entonces podréis llegar a caer en la cuenta de ser Uno
Daio-Kokushi