20/10/24

LA AMISTAD ESPIRITUAL COMO GARANTÍA PARA AVANZAR EN EL CAMINO

“Cuando hay duraderas amistades con buenas personas a lo largo del camino de la práctica espiritual y estas se convierten en una característica central de tu vida, es casi imposible (tal como dice el Buda) que las cualidades espirituales que conducen al despertar no maduren. Para aquellos en el camino del bodhisattva, amar y apreciar a sus amigos, incluso cuando son difíciles, como a veces lo son, es la plenitud y la culminación del camino. La amistad madura y profundiza nuestra capacidad de compasión.

Hoy en día hablamos mucho de «relaciones». La palabra suele sugerir una relación romántica, pero también podríamos referirnos a nuestras conexiones con padres, hijos, hermanos y colegas. Pero no reflexionamos mucho sobre la amistad.

Sin embargo, la amistad puede ser la forma más maravillosa de relación humana. Emerson la llamó «la obra maestra de la naturaleza». Que nosotros y nuestros amigos podamos comunicarnos íntimamente unos con otros y apoyarnos mutuamente desinteresadamente, pase lo que pase, esto es verdaderamente una obra maestra de la naturaleza y uno de nuestros logros humanos más brillantes. También es, creo, nuestra mejor esperanza en tiempos difíciles. Cuando las cosas se ponen difíciles, tener un amigo de confianza que nos ayude a soportar la carga hace que la supervivencia no sólo sea infinitamente más posible, sino también mucho más hermosa.”

(Norman Fischer)

COMENTARIO:

La amistad espiritual es en sí misma una escuela para aprender a vivir, para profundizar en las raíces del misterio que es la vida, para progresar en nuestro camino y ayudar a otros a hacer lo mismo, abrazando nuestra vulnerabilidad y la de los demás. Una oportunidad para crecer constantemente en la compasión y fortalecer la conexión con todos los seres. Para amar la misma impermanencia que impregna este mundo.

“Para vivir en este mundo debes hacer tres cosas: amar lo mortal; sostenerlo contra tus huesos sabiendo que tu propia vida depende de ello; y, cuando llegue el momento, dejarlo ir, dejarlo ir.”  

(Mary Oliver)

La Sangha, nuestra Sangha, es para cada practicante el primer espacio natural en el que puede y debe florecer esta relación. Una relación que tiene el Dharma como referencia, y que consiste en compartir el sendero iniciado por el Buddha. Estos son los Tres Refugios.

En este sendero, nuestro maestro es el guía experimentado que no solamente nos orienta en la dirección a tomar en caso de duda, sino que también es nuestro mejor aliado y amigo espiritual para avanzar.

Nuestro mundo sufre inmensas convulsiones (guerras, cambio climático, opresión y abusos de todo tipo, cambios vertiginosos, …). Vivimos en una sociedad que está enferma y que de no efectuar un rápido cambio de rumbo se dirige hacia un precipicio.

En este océano de confusión, de superficialidad, de egocentrismo…la Sangha es una isla de salud que resulta imprescindible no solamente para nosotros sino también para la sanación de la tierra.

Tomar los tres refugios como lugar de acogida y amparo es la mejor garantía para no desfallecer y perseverar con determinación en nuestro camino espiritual.