“YO JUNTO A TODOS LOS SERES”
Budeidad no quiere decir “yo solo “. Significa: “Yo junto a todos los seres que sufren “. Si nos apoyamos únicamente en nuestras ideas humanas, estaremos siempre compitiendo con el resto de la gente. Para darse cuenta de que la naturaleza de Buda llena todo nuestro ser, hemos de reparar primeramente en la fugacidad de todas las cosas. Reparar en la fugacidad de las cosas significa dar un sentido a nuestra vida. Si tomas conciencia del carácter efímero de todo, comprenderás que es mejor sacrificarte por los demás que vivir para ti mismo. Es este espíritu de sacrificio por los demás el que comprende la fugacidad de las cosas. ¿No te has dado cuenta de que te sientes mejor cuando das que cuando recibes? Cuanto más hagas por los demás más ganarás en tu vida. Cuanto más haces para ti mismo, más se escapa la vida a tu control. Si tratamos de dominar la naturaleza por medio de nuestra civilización y ciencia, en algún momento esa naturaleza nos devolverá el golpe. ¿Acaso no está esto ocurriendo en este momento actual ?
(Kodo Sawaki)
Comentario
A veces nos parece como si dar algo a los demás representara una pérdida para nosotros, cuando en realidad la dedicación a los demás representa la mayor dicha posible para una persona. “Hasta hoy he creído que el Mundo estaba ahí para mí ; a partir de hoy voy a sacrificar mi Vida por el Mundo “. Éste es el giro que hay que dar. Si ahora, en el lugar donde te encuentres, lo das todo, no quedará ahí ya nada de ti. Si te entregas a esta práctica, te darás cuenta de que igualmente no hay ningún lugar en el que tú no estés. Arroja lejos de ti tu pequeño yo. Quien da se pone en el lugar de quien recibe, y quien recibe se pone en el lugar de quien da.
Hemos de perder tanto como podamos. No debes tener ningún éxito. Lo mejor es sacrificarse por los demás permaneciendo por completo oculto. A menudo digo que satori significa perder. Ganar significa extraviarse.
“Déjate ya de esas niñerías. Has de salir totalmente de ti mismo y contemplarte con los ojos del Mundo. Obsérvate con los ojos de la montaña: la montaña no te elogia, no te censura y tampoco te saca la lengua”