10/08/22

LA CURIOSIDAD ES EL ALMA DE LA PRÁCTICA

          “Uno de mis alumnos me contó recientemente que lo que a él le motivaba a sentarse a meditar era la curiosidad. Imaginaba que yo discreparía con él y que no aprobaría su forma de practicar. Pero lo cierto es que coincido en esa visión absolutamente. Pasamos gran parte de nuestra vida atrapados en nuestros pensamientos, obsesionados con tal o cual cosa sin estar verdaderamente presentes. Pero a veces nosotros mismos y nuestras obsesiones nos sorprenden: “¿Por qué estoy tan ansioso, o deprimido, o enfadado?”. De nuestro asombro deriva la curiosidad y la voluntad de observar tanto nuestros pensamientos como nuestra propia persona, de ver cómo hemos llegado a sentirnos tan disgustados. El círculo repetitivo de nuestros pensamientos se desvanece y tomamos conciencia del momento actual. Así que la curiosidad, en cierto sentido, es el alma de la práctica.

 

Charlotte Joko Beck, fragmento de “La vida tal como es. Enseñanzas zen”.Ediciones Gaia.

 

 Comentario

         Sentarse a meditar en quietud y en silencio de cara a la pared puede resultar un ejercicio sumamente aburrido, cuando no exasperante, sobre todo cuando nuestra mente egocéntrica se sienta con nosotros esperando que suceda algo, deseando que suceda algo. Si, en cambio, nos sentamos en zazen de una forma liviana, “despreocupada”, con la única intención de permanecer sentados, presentes al instante presente sin prejuicios ni expectativas, tal vez podamos desplegar una actitud más abierta y curiosa a lo que acontece en cada momento.

         Mirar con curiosidad, escuchar con curiosidad, percibir con curiosidad, interrogarse con curiosidad: ¿qué es esto que está sucediendo?, ¿qué es esto que estoy sintiendo?, ¿qué hay en este momento?… De esta manera, también, nuestra atención se va despegando de los bucles obsesivos de nuestro pensamiento que tratan de mantener todo bajo control y se orienta a lo que realmente está presente en la realidad aquí y ahora, dejando a la vida vivir. Puede ser así que hasta descubramos que el aburrimiento está hecho de un material sumamente divertido y que gran parte de nuestras cuitas no sean más que pompas de jabón que se desvanecen por sí solas cuando las observamos con curiosidad.

“La meditación no se basa en la esperanza;

se basa en el no saber, en una simple apertura y curiosidad”. 

Charlotte Joko Beck