EXPERIMENTADOR, EXPERIENCIA Y RECUERDO
La mente debe estar absolutamente vacía para recibir; pero el ansia de vaciarse a fin de recibir es un impedimento hondamente arraigado, y eso también debe comprenderse, no en un nivel concreto, sino en su plenitud. El ansia de experimentar debe cesar por completo, y eso únicamente sucede cuando en el experimentador no se alimenta a sí mismo a base de experiencias y sus posteriores recuerdos.
COMENTARIO
Todos queremos “tener experiencias”. Queremos experimentar, vivir. Pasarlo bien, tener relaciones satisfactorias con los demás, disfrutar de los pequeños y grandes placeres de la vida.
Además, en el zen, queremos experimentar el samadhi, el satori, la iluminación. Y también queremos “sentir el vacío” o simplemente “vaciarnos”.
Krishnamurti nos recuerda que toda experiencia implica un experimentador. El completo cese de ese ansia de experimentar sólo ocurre cuando deja de existir un yo, que en ese momento definimos como experimentador. Cualquier cosa que hagamos refuerza la idea de “yo, el experimentador”, y esta separación es precisamente la dualidad original: “Yo estoy aquí y tengo esta experiencia”.
El maestro indio nos invita a dejar de alimentar el proceso de creación del experimentador desde este mismo instante y a cada momento.