05/11/17

La Muerte

La Muerte

Poco antes de morir, a la edad de sesenta y un años, el maestro Bassui se sentó en la postura de loto y dijo a sus discípulos, que estaban reunidos a su alrededor:

“¡Mirad directamente! ¿Qué es esto? Observad de esta forma y nunca os veréis engañados”.

Lo repitió en voz alta y acto seguido, murió serenamente.

A petición propia, fue quemado bajo una capilla que había construido en honor a Kannon, el Bodhisattva de la compasión.

Según Bassui, Kannon era “una persona que a cada sonido que oía contemplaba la mente del que escuchaba, realizando su propia naturaleza”, y por ello fue el núcleo de la propia vida y enseñanzas de Bassui.

En cierta ocasión, Bassui, dirigiéndose a un discípulo que estaba a punto de morir, dijo:

Sé que estas muy enfermo. Como buen estudiante zen, afrontas esta enfermedad sin pestañear. Tal vez no sepas exactamente quién sufre, pero pregúntate: ¿Cuál es la esencia de esta mente? Piensa solo en eso. No necesitas más. No desees nada. Tu fin, que no tiene fin, es como un copo de nieve que se disuelve en el aire puro.”

 

(Extraído del libro “DESPEDIDAS ELEGANTES. Como mueren los grandes seres”. Compilado por Sushila Blackman. Editorial La Liebre de Marzo. Publicado con permiso del editor).

 

 

COMENTARIO:

Memento mori es una frase latina que significa ‘Recuerda que vas a morir’. Con ella, desde la antigüedad, se trata de animar a ser conscientes de nuestra mortalidad, no de una manera pesimista, sino como antídoto contra el ego y su habitual pérdida de perspectiva.

En todas las culturas se encuentra un intento de aproximación a la muerte. Es una de las pocas certezas que tiene el ser humano y precisamente en su inevitabilidad y misterio absoluto se asienta el miedo más ancestral y básico que nos aguarda en nuestro interior.

El Zen también nos enseña que el mejor modo de preparar la propia muerte es anticipar la experiencia de la muerte en vida.

Buda apremiaba a sus discípulos a meditar en este misterio sagrado. Según el Mahaparinirvana Sutra, cuando estaba cerca de su propia muerte, Buda dijo:

De todas las huellas
la del elefante es suprema;
de todas las meditaciones atentas
la de la muerte es suprema.

 

Por lo tanto, cuando al maestro zen de S. XVII Suzuki Shosan se le comunicó que su enfermedad era grave, contestó que no tenía importancia, puesto que había muerto (en meditación) hacia más de treinta años.