02/02/25
LA ENFERMEDAD DE LA ESPECULACIÓN
Si no logras hacer surgir la duda al practicar zen, terminarás tal vez especulando con tu conciencia kármica sobre los koan antiguos, arañando torpemente la superficie.
Luego declaras que es toda la verdad, o al menos la mitad de ella: lo absoluto, lo relativo; esto, señor, y aquello, vasallo, la unidad alcanzada, palabras claras y simples, y así, una cosa tras otra, al tiempo que te congratulas por tu comprensión superior.
Incluso si pudieras interpretar y explicar todas y cada una de ellas, escupiendo las palabras antiguas como si fueran tuyas, esto también no es más que tu mente vacilante; no es zen.
Fragmento del libro: Boshan: La Gran duda. La práctica Zen en el mundo (con comentarios de Jeff Shore). Editorial Herder