13/11/21

¿Cuánto dura la vida de una persona?

“Sakyamuni preguntó a sus discípulos: “¿Cuánto dura la vida de una persona?”.

            – “Setenta”.

            – “Incorrecto”.

            – “Sesenta”.

            – “No”.

            – “¿Cincuenta años?”

            – “Incorrecto”.

            – “¿Cuánto dura la vida de una persona?” -preguntó un discípulo-.

            – “La vida no es más que un soplo”.

 

Extraído del libro “El zen habla. Los gritos del vacío”, adaptado e ilustrado por Tsai Chih Chung. Editorial La liebre de marzo

COMENTARIO:

            Si Sakyamuni hubiera preguntado hoy, tal vez hubiéramos dicho, 80, 90 años…, pero esa no era la vida por la que preguntaba el Buda. La vida de 80, 90 años, no es más que una representación de nuestra mente, de algo que no está presente en este momento. Es una proyección hacia el pasado o hacia el futuro, algo que pueden hacer nuestras mentes con facilidad y que, en ciertas circunstancias, resulta muy práctico y útil. La vida de la que nos habla el Buda es la vida tal como es, en este mismo instante, instante tras instante.

            También lo cantaba Gardel: “es un soplo la vida…” y como un soplo la vida se nos pasa, las más de las veces, cuando andamos distraídos, ausentes, enredados o atrapados en las ilusiones y las fijaciones que fabrica el ego. El zen nos lo recuerda constantemente: vuelve, vuelve, vuelve; estad atentos; mira; solo este momento; solo esta respiración… En la quietud y el silencio del zazen podemos apreciarlo. Solo estar sentados, respirando, soplo a soplo, experimentando la vida en directo, siendo con todo lo que se manifiesta momento a momento de una manera fresca y viva. Y así también nos lo recordamos cada noche de sesshin con la recitación de los versos al final del día, antes de ir a dormir: “Desde lo más profundo del corazón os digo a todos: vida y muerte son una asunto serio/ todo pasa deprisa/ estad siempre muy vigilantes/ nadie sea descuidado/ nadie olvidadizo”.

            Zen es una invitación a la presencia. A vivir con plenitud la vida, tal como acontece. Una invitación a habitar el presente, despertando, -como nos sugería Willigis-, a la inmensa eternidad de cada ahora. “La vida no es más que un soplo”, ¿estás ahí?.

 

“A vosotros que buscáis la Vía, humildemente os digo:

tomad conciencia del instante presente”.

 

Shitou Xiqian