25/03/23

CONFIAR EN TU CORAZÓN Y EN TU CONSCIENCIA

“En una reunión de un grupo de profesores occidentales con el Dalai Lama, en la India, los profesores le preguntaron cuál era el mensaje más importante que podía comunicarles para que ellos se lo transmitieran a sus estudiantes de meditación, en sus respectivos países. Tras unos momentos de reflexión, el Dalai Lama asintió con la cabeza y esbozó una amplia sonrisa: “Decidles que pueden confiar en que sus corazones y sus consciencias se despertarán dentro de cualquier circunstancia”.

Tara Brach, “Refugio verdadero”. Gaia ediciones.

COMENTARIO:

Puedes confiar en que tu corazón y tu consciencia se despertarán dentro de cualquier circunstancia. ¿Qué sientes al escuchar esto?…; ¿qué se mueve dentro de ti? Cierra los ojos un momento y escúchalo una vez más: Puedes confiar en que tu corazón y tu consciencia se despertarán dentro de cualquier circunstancia. ¿Qué eco, qué resonancia despierta en ti esta frase?

El corazón de la práctica, el corazón de la Vía se asienta en una gran confianza. La confianza que surge de nuestro anhelo, de nuestro deseo profundo de paz, de libertad, de ser quienes somos, sin más. Tenemos que recordárnoslo una y otra vez, porque tendemos a ser muy olvidadizos. Podemos confiar en que nuestro corazón y nuestra consciencia se despertarán dentro de cualquier circunstancia. Es curiosa la afirmación del Dalai Lama porque a lo que nos invita es a un acto de confianza, no de voluntad. A un acto de entrega total, de desasimiento. Me trae a la memoria la buena y la mala noticia que nos anunciaba Chögyam Trungpa. La mala: vamos cayendo por el aire y no hay nada a lo que aferrase. La buena: no hay suelo donde caer. Si miras bien ahora, dime:

¿No notas tu corazón en ascuas?; ¿puedes abrirte por completo y confiar?

“-¿Puedo hacer alguna cosa para volverme iluminado?

-Tan poco como para hacer que salga el sol por la mañana. -Entonces, ¿para qué sirven los ejercicios espirituales que recomiendas? -Para que, cuando salga el sol, no te encuentres dormido”.

Anthony de Mello